Como especialistas en la venta de leña en Valencia suele ser muy frecuente que en alguna de las visitas que realizamos a domicilios particulares, los clientes nos hagan diferentes preguntas relacionadas con la leña que usar en sus chimeneas, o la mejor forma de conservarla.
Por este motivo, y aunque se escapa ligeramente de nuestra actividad principal
que es la venta de leña en Valencia, vamos a ofrecerte unos sencillos consejos para que puedas
almacenar tus reservas de leña sin que, con el paso de los meses se llene de
humedad o llegue a pudrirse.
Uno de los errores más frecuentes que se cometen al guardar la leña es el de
dejarla expuesta a la intemperie de forma que el agua de lluvia pueda caer
sobre ella. El agua es, probablemente el principal enemigo de la madera y la leña
mojada, aparte de no arder bien cuando tratamos de encender la chimenea, es más
proclive a ser atacada por hongos e insectos que pueden arruinar esas reservas.
El lugar ideal para guardar la leña es aquél que tenga un pequeño tejado que la
resguarde de la lluvia y cuyo suelo sea también impermeable pues también la
humedad del suelo puede estropear la madera. Es una buena idea colocar tus
reservas sobre un viejo palet de madera de forma que el aire pueda correr
también por debajo de ella.
Hay personas que deciden cubrir su leñero con plásticos para protegerla de la
humedad. El problema de esta solución es que también impide que la madera se
vaya secando por eso es fundamental que el aire pueda correr libremente entre
los troncos.
En próximos artículos, desde Leñador te daremos más consejos para que puedas disfrutar plenamente de tu
chimenea.